QUE AJCO DE TARDE!!!

Viernes tarde, hace un día chulisimo, ya nos vemos de fin de semana, que si algún que otro sarao, apartamento para quince, playita, algo de curro (otro día os hablamos de nuestros curros...) total viernes tarde, y nosotros aquí tomando sol, sol de fluorescentes en la biblioteca de la facultad!!Que fuerte me parece, somos cuatro gatos, el niño del pelo crepado, nosotros y algún que otro freakie, pa morirse..la estadística un peñazo, organometálica insufrible..y digo yo, nosotros, que para ser rico y morir de glamour, quién necesita una carrera, nosotros que aspiramos a que nuestra mayor obligación sea planear una barbacoa con los amigos, o ver que ropa me pongo!!
Afortunados sean los que no tengan que estudiar, ya sea porque han acabado o porque así lo han decidido

CON LAS ALAS AL VIENTO

Estamos pasando nuestro ratito diario en el interné, en el aula de ordenadores de nuestra facultad, tan felices, mirando lo mucho que nos quereis, vuestros comentarios etc...además, ambos venimos explosivos, bueno, monos, de azul, y ya morenitos...tenemos el verano encima, que bien, sol, playa, vacaciones, mangas cortas....todo perfecto, lo malo que algún vecino nos está dando la mañana con un tufo insoportable, que nos bloquea, nos ahoga, me hace no poner ningún punto y tengo a juli al borde del colapso nervioso, y yo que ya me entran los picores de la muerte. Total, toda esta retahíla, que por cierto, que bien me ha quedado es para decirle al mundo: USAD DESODORANTE!!!

ARTE EMBOTELLADO

Cata: Color cereza de media capa. Nariz sugestiva y compleja de frutos del bosque (grosella, zarzamora) con elegantes matices florales (violeta) y atisbos de pimienta, vainilla y sotobosque. Paladar suave y redondo sobre un mullido colchón tánico que abre paso a un final de boca sabroso, con notas de torrefacto. Acidez equilibrada que le hará mejorar en botella 4 - 5 años.

Notas de cata, de un vino Enate

EL NEGRO

Estamos en el comedor estudiantil de una universidad alemana. Una alumna rubia e inequívocamente germana adquiere su bandeja con el menú en el mostrador del autoservicio y luego se sienta en una mesa. Entonces advierte que se ha olvidado los cubiertos y vuelve a levantarse para cogerlos. Al regresar, descubre con estupor que un chico negro, probablemente subsahariano por su aspecto, se ha sentado en su lugar y está comiendo de su bandeja. De entrada, la muchacha se siente desconcertada y agredida; pero enseguida corrige su pensamiento y supone que el africano no está acostumbrado al sentido de la propiedad privada y de la intimidad del europeo, o incluso que quizá no disponga de dinero suficiente para pagarse la comida, aún siendo ésta barata para el elevado estándar de vida de nuestros ricos países. De modo que la chica decide sentarse frente al chico y sonreirle amistosamente. A lo cual el africano contesta con otra blanca sonrisa. A continuación, la alemana comienza a comer de la bandeja intentando aparentar la mayor normalidad y compartiéndola con exquisita generosidad y cortesía con el chico negro. Y así, él se toma la ensalada, ella apura la sopa, ambos pinchan paritariamente del mismo plato de estofado hasta acabarlo y uno da cuenta del yogur y la otra de la pieza de fruta. Todo ello trufado de múltiples sonrisas educadas, tímidas por parte del muchacho, suavemente alentadoras y comprensivas por parte de ella. Acabado el almuerzo, la alemana se levanta en busca de un café. Y entonces descubre, en la mesa vecina detrás de ella, su propio abrigo colocado sobre el respaldo de una silla y una bandeja de comida intacta.
Dedicamos esta historia deliciosa, que además es auténtica, a todos aquellos españoles que, en el fondo, recelan de los inmigrantes y les consideran individuos inferiores. A todas esas personas que, aún bienintencionadas, les observan con condescendencia y paternalismo. Será mejor que nos libremos de los prejuicios o corremos el riesgo de hacer el mismo ridículo que la pobre alemana, que creía ser el colmo de la civilización mientras el africano, él si inmensamente educado, la dejaba comer de su bandeja y tal vez pensaba: "Pero que chiflados están los europeos".

Artículo de Rosa Montero, EL PAIS, 17 de Mayo de 2005

CHINA, QUE COSAS TIENES...

"El país elimina la prohibición de seguir estudiando después de casarse. Los universitarios ya no necesitaran el permiso de su centro de estudios para contraer matrimonio".

Pensándolo bien, no somos tan diferentes de nuestros amigos orientales. Aún siendo licenciados, nuestros salarios distan mucho de proporcionarnos una independencia absoluta, para casarnos, emanciparnos, o simplemente pasar el puente fuera de casa. Siendo estudiantes, es el "más dificil todavía".
Aquí el permiso para casarse lo da el Banco, aunque más que permiso es una condena a cuarenta años.
Me dan ganas de nacionalizarme en China...

CIERRA LOS OJOS

Imaginate en la playa, tumbado, cualquier tarde de agosto...casi no queda nadie. La gente prefiere perrear en casa, los niños se ponen pesados, vaya guerra han dado toda la mañana...por fin paz, silencio. El sol se hace notar, demuestra su fuerza. Es agosto, su mes favorito, y aunque ya empieza a languidecer, aún insiste en hacerte cosquillas en los ojos, y puedes jugar con ellos, como si vieras figuritas del caleidoscopio en que se han convertido...sabes a que me refiero, verdad?
Las olas te acompañan, te arrullan con su rumor, te llaman...Su sonido te envuelve y te mece, te hace sentir parte del mar, como si fueras otro grano de arena, fundido con los demás. Oyes el rumor de las olas???
A ti, que tantas veces expliqué este cuento...

SOLEDAD

Es mentira que la soledad sea llevadera. Sirve si la eliges. Si no, es un látigo. En el silencio la soledad puede ser un rumor insoportable. Hay un momento en que su eco retumba como la historia, y entonces te refugias en el hueco del ruido, entras en él despavorido, buscando huir de este silencio.
Dicen que en un pueblo de Andalucía una mujer anunció la supuesta venta de un piso suyo; allí estaba el cartel, Se vende. Y cuando la gente subía las escaleras de su casa hasta llegar a su puerta, ella entreabría, agradecida. "No, si no está en venta. Ese anuncio es la única manera que tengo de hacer que suba gente a darme conversación". Nos morimos por una palabra. Y nos morimos también por culpa de una palabra. Cuando el silencio duele un drama ruge.

Extraído del artículo Soledad, de Juan Cruz. EL PAIS, 5 de Mayo 2005

CON TU PERMISO...

Los cielos son iguales. Azules, grises, negros, se repiten encima del naranjo o la piedra: nos acerca mirarlos.

Las estrellas suprimen, de lejanas que son, las distancias del mundo.

Si queremos juntarnos, nunca mires delante: todo lleno de abismos, de fechas y de leguas.

Déjate bien flotar sobre el mar o la hierba, inmóvil, cara al cielo. Te sentirás hundir despacio, hacia lo alto, en la vida del aire.

Y nos encontraremos sobre las diferencias invencibles, arenas, rocas, años, ya solos, nadadores celestes, náufragos de los cielos.

Los cielos son iguales. Pedro Salinas

LO QUE SUELE PASAR

Todos querríamos tener una armadura que nos proteja del dolor.

Pero uno levanta una pared para protegersa de lo que viene de afuera

y al final descubre que se ha quedado encerrado.